TRATADO DE CIUDAD
ALEJANDRO FONTCUBERTA VILLAR
En su segunda obra, “Tratado de Ciudad”, Alejandro abarca la introducción más descarnada al mundo adulto envuelto en ese tono nihilista del que no quiere crecer jamás y vivir para siempre esa primera sed de amor, los primeros viajes, o las formas genuinas de conexión.
Como reflejo de su generación, Alejandro trata el amor líquido, las relaciones abiertas, la sexualidad libre, y las traiciones desde el punto de vista de un personaje consumido y rodeado por la representación y el significado que imprime ser parte de una ciudad en la que pierdes tu propia identidad y te dejas arrastrar a ser una historia de rincón en bares, cines o habitaciones alquiladas. Se pueden seguir encontrando impresos en el carácter de esta nueva obra resquicios de voces tan solemnes como Luis García Montero, Nacho Vegas, Pedro Letai, Benjamín Prado, o Ray Loriga entre otros. Poesía cinematográfica, casi pornográfica.
Tratado de Ciudad muestra esa transición adulta que termina en un conformismo rebelde que lucha por volver a recuperar un espíritu anterior. Una nueva náusea contemporánea tan fría y apartada como aquellas flores crecidas en el mal.
ALEJANDRO FONTCUBERTA VILLAR
En su segunda obra, “Tratado de Ciudad”, Alejandro abarca la introducción más descarnada al mundo adulto envuelto en ese tono nihilista del que no quiere crecer jamás y vivir para siempre esa primera sed de amor, los primeros viajes, o las formas genuinas de conexión.
Como reflejo de su generación, Alejandro trata el amor líquido, las relaciones abiertas, la sexualidad libre, y las traiciones desde el punto de vista de un personaje consumido y rodeado por la representación y el significado que imprime ser parte de una ciudad en la que pierdes tu propia identidad y te dejas arrastrar a ser una historia de rincón en bares, cines o habitaciones alquiladas. Se pueden seguir encontrando impresos en el carácter de esta nueva obra resquicios de voces tan solemnes como Luis García Montero, Nacho Vegas, Pedro Letai, Benjamín Prado, o Ray Loriga entre otros. Poesía cinematográfica, casi pornográfica.
Tratado de Ciudad muestra esa transición adulta que termina en un conformismo rebelde que lucha por volver a recuperar un espíritu anterior. Una nueva náusea contemporánea tan fría y apartada como aquellas flores crecidas en el mal.
ALEJANDRO FONTCUBERTA VILLAR
En su segunda obra, “Tratado de Ciudad”, Alejandro abarca la introducción más descarnada al mundo adulto envuelto en ese tono nihilista del que no quiere crecer jamás y vivir para siempre esa primera sed de amor, los primeros viajes, o las formas genuinas de conexión.
Como reflejo de su generación, Alejandro trata el amor líquido, las relaciones abiertas, la sexualidad libre, y las traiciones desde el punto de vista de un personaje consumido y rodeado por la representación y el significado que imprime ser parte de una ciudad en la que pierdes tu propia identidad y te dejas arrastrar a ser una historia de rincón en bares, cines o habitaciones alquiladas. Se pueden seguir encontrando impresos en el carácter de esta nueva obra resquicios de voces tan solemnes como Luis García Montero, Nacho Vegas, Pedro Letai, Benjamín Prado, o Ray Loriga entre otros. Poesía cinematográfica, casi pornográfica.
Tratado de Ciudad muestra esa transición adulta que termina en un conformismo rebelde que lucha por volver a recuperar un espíritu anterior. Una nueva náusea contemporánea tan fría y apartada como aquellas flores crecidas en el mal.