CONFESIONES PROHIBIDAS EN LA HABANA
JOSÉ IGNACIO DÍEZ MIGUEL
Con el estrepitoso fracaso de la salida de las tropas españolas del Sahara, nace la leyenda de un soldado único. Legionario, sindicalista, abogado y social comunista hasta el bigote, este hijo de España ha tenido una vida trepidante.
Este tipo no cree en Dios ni en la justicia divina y sus comienzos entre sindicatos no han sido fáciles. Los hechos ya no se pueden cambiar y aunque tenga la tentación de poner el grito en el cielo, el lector tendrá que saber por qué se ha bañado en mierda y ha cenado langostinos más veces de las que cuenta. Pero contrario a toda regla, su corazón indómito ha querido conocer de primera mano la revolución cubana y los secretos mejor guardados del “socialismo o muerte”.
Entrelazadas en el tiempo fluyen tres historias de amor, tan extrañas y opuestas como sus propios protagonistas.
Separados por el océano y el comunismo cubano, con el fondo de una bandera y detrás del malecón, la segunda historia describe la vida de una mujer que nació para mandar y es una continua amenaza. Además de cárcel, el martillo de la revolución cubana e inspectora de la Policía Nacional, Maribel Rocandio Guisasola se va a encargar de que no olviden nunca los barrotes de sus celdas y el calor tropical de Cuba.
La humanidad está llena de amores imposibles. Y, nada más inalcanzable que una pasión entre dos culturas. A pesar de lo que creemos, estos amores no tienen prejuicios, a pesar de que sus erupciones volcánicas resucitan los vuelos más insólitos, ¿podrán perdonar sus traiciones?
Dos agentes del G.E.O. dejan atrás las amplias llanuras de Guadalajara y a principios de diciembre aterrizan en el trópico. Preparados para defender la embajada en La Habana de cualquier asalto, Alejandro y Galindo van a necesitar de toda la suerte del mundo para salir indemnes del sórdido espionaje cubano y de las crueles venganzas humanas. Enfrentados a la misión más compleja de sus carreras, podrían acabar a tiros o a guantazos con quien sea, pero en esta ocasión la sutilezas de los espías no se lo van a poner fácil.
JOSÉ IGNACIO DÍEZ MIGUEL
Con el estrepitoso fracaso de la salida de las tropas españolas del Sahara, nace la leyenda de un soldado único. Legionario, sindicalista, abogado y social comunista hasta el bigote, este hijo de España ha tenido una vida trepidante.
Este tipo no cree en Dios ni en la justicia divina y sus comienzos entre sindicatos no han sido fáciles. Los hechos ya no se pueden cambiar y aunque tenga la tentación de poner el grito en el cielo, el lector tendrá que saber por qué se ha bañado en mierda y ha cenado langostinos más veces de las que cuenta. Pero contrario a toda regla, su corazón indómito ha querido conocer de primera mano la revolución cubana y los secretos mejor guardados del “socialismo o muerte”.
Entrelazadas en el tiempo fluyen tres historias de amor, tan extrañas y opuestas como sus propios protagonistas.
Separados por el océano y el comunismo cubano, con el fondo de una bandera y detrás del malecón, la segunda historia describe la vida de una mujer que nació para mandar y es una continua amenaza. Además de cárcel, el martillo de la revolución cubana e inspectora de la Policía Nacional, Maribel Rocandio Guisasola se va a encargar de que no olviden nunca los barrotes de sus celdas y el calor tropical de Cuba.
La humanidad está llena de amores imposibles. Y, nada más inalcanzable que una pasión entre dos culturas. A pesar de lo que creemos, estos amores no tienen prejuicios, a pesar de que sus erupciones volcánicas resucitan los vuelos más insólitos, ¿podrán perdonar sus traiciones?
Dos agentes del G.E.O. dejan atrás las amplias llanuras de Guadalajara y a principios de diciembre aterrizan en el trópico. Preparados para defender la embajada en La Habana de cualquier asalto, Alejandro y Galindo van a necesitar de toda la suerte del mundo para salir indemnes del sórdido espionaje cubano y de las crueles venganzas humanas. Enfrentados a la misión más compleja de sus carreras, podrían acabar a tiros o a guantazos con quien sea, pero en esta ocasión la sutilezas de los espías no se lo van a poner fácil.
JOSÉ IGNACIO DÍEZ MIGUEL
Con el estrepitoso fracaso de la salida de las tropas españolas del Sahara, nace la leyenda de un soldado único. Legionario, sindicalista, abogado y social comunista hasta el bigote, este hijo de España ha tenido una vida trepidante.
Este tipo no cree en Dios ni en la justicia divina y sus comienzos entre sindicatos no han sido fáciles. Los hechos ya no se pueden cambiar y aunque tenga la tentación de poner el grito en el cielo, el lector tendrá que saber por qué se ha bañado en mierda y ha cenado langostinos más veces de las que cuenta. Pero contrario a toda regla, su corazón indómito ha querido conocer de primera mano la revolución cubana y los secretos mejor guardados del “socialismo o muerte”.
Entrelazadas en el tiempo fluyen tres historias de amor, tan extrañas y opuestas como sus propios protagonistas.
Separados por el océano y el comunismo cubano, con el fondo de una bandera y detrás del malecón, la segunda historia describe la vida de una mujer que nació para mandar y es una continua amenaza. Además de cárcel, el martillo de la revolución cubana e inspectora de la Policía Nacional, Maribel Rocandio Guisasola se va a encargar de que no olviden nunca los barrotes de sus celdas y el calor tropical de Cuba.
La humanidad está llena de amores imposibles. Y, nada más inalcanzable que una pasión entre dos culturas. A pesar de lo que creemos, estos amores no tienen prejuicios, a pesar de que sus erupciones volcánicas resucitan los vuelos más insólitos, ¿podrán perdonar sus traiciones?
Dos agentes del G.E.O. dejan atrás las amplias llanuras de Guadalajara y a principios de diciembre aterrizan en el trópico. Preparados para defender la embajada en La Habana de cualquier asalto, Alejandro y Galindo van a necesitar de toda la suerte del mundo para salir indemnes del sórdido espionaje cubano y de las crueles venganzas humanas. Enfrentados a la misión más compleja de sus carreras, podrían acabar a tiros o a guantazos con quien sea, pero en esta ocasión la sutilezas de los espías no se lo van a poner fácil.