José Fernández Toledo

Cuando ese bebé de 3,5 kg fue inscrito en el Libro de la Vida sobre una pica de mármol de la sala de partos de las monjas-hospitalarias de Sant Josep de la Muntanya en Barcelona, ignoraba entonces que era ungido como José, nacido bajo el signo de Virgo, en el año del Dragón chino y 4 Tijaax, su nagual en centro América. Recalaba en una familia de inmigrantes, humildes, buena gente y muy trabajadores. Eran tiempos de postguerra y dictadura, pero le dieron la mejor educación que estaba a su alcance.

Tras el bachillerato superior e iniciada la carrera de psicología fue llamado a filas para servir en los Esquiadores-Escaladores de Candanchú (Huesca), donde pasó todo el año, a la vez que cursaba el 2º curso de carrera en la UB (Universitat de Barcelona). Realiza también una diplomatura en Ciencias Sociales y Políticas en el ICESB (Instituto Católico de Estudios Sociales de Barcelona) y se adhiere a la sección literaria del Ateneo Enciclopédico Popular de Barcelona, fondo bibliográfico e histórico de los movimientos anarquistas.

Estaba ya pergeñando un libro de poemas y le habían otorgado la Flor Natural en un certamen poético en la villa de Castelldefels por su poesía: «Mi amigo sordomudo».

La cooperativa editorial «La mano en el cajón« le publica en 1980 su poemario “Poemas para encalar el blanco” y tiene la oportunidad de trabajar toda una década como guía turístico acompañante, lo que le permite conocer muchos países de Europa, Asia y África. Vivencias éstas que se vieron trasladadas a muchos de sus poemas.

El primer matrimonio le sorprende en uno de esos palacetes de la nobleza rusa, que se asomaban sin pudor al río Nievsky de Leningrado (la actual San Petersburgo rusa).

Participaba regularmente con poemas en la revista «El vaixell Blanc», que pertenecía al Ateneo y había colaborado en la creación de una de las cuatro partes de las que constaba una magna obra de teatro «Sinfonía para un adolescente» como homenaje a Pablo Picasso.  Fue representada en numerosas ocasiones ante los alumnos de bachillerato de muchos institutos catalanes. También se atrevió con un guión cinematográfico que tituló «Lucrecio», basado en la vida del conocido poeta romano.

Tuvo también la oportunidad de participar en el homenaje del que fue objeto el poeta Blas de Otero en el palacete Maricel de Sitges, al que también acudió el escritor Vázquez Montalbán, entre muchos otros.

En el 2014 aparece «Tizas Negras», de la mano de Chiado Editorial y prólogo de Toni Pons, pintor y gran erudito.

José Toledo escribió su primer poema a los trece años y no ha dejado nunca de hacerlo, aunque la escritura no haya sido su dedicación principal ni su medio de sustento.

Ese niño que había oído siempre hablar en su familia sobre sus más que posibles antecedentes judíos, ha recogido parte de esa identidad en su nuevo poemario titulado «Lejaim».

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